Periodismo al borde del abismo
Redacción AC
Deontología: Referencia al conjunto de principios y reglas éticas que regulan y guían una actividad profesional.
Me he decidido a escribir a pesar de que pienso que NO hay que hacer «periodismo de periodistas», amigos, colaboradores y políticos me preguntan cuál es mi opinión de la situación actual sobre los hechos que son de público conocimiento.
Siempre he dicho que la comunicación profesional es una disciplina dinámica, que muta acorde a los tiempos y el avance tecnológico que crea nuevas herramientas y canales de comunicación.
En ese derrotero se asoma un nuevo estilo de jovencitos que buscan trepar rápidamente y sin mérito alguno, con inquisidoras intervenciones reclamando una respuesta (que saben que no llegará) y en esa provocación expuestos a un empujón para posteriormente victimizarse reclamando protección y garantías a la libertad de prensa; nada más alejado de una de las más apasionantes escenas de esta profesión que suele ser el maltrato, ya que «El periodismo profesional incluye en el sueldo condiciones laborales adversas e injustas, que son parte de la pasión y la adrenalina que necesitamos y padecemos siempre en esta profesión»
La victimización es una conducta de declaración de inferioridad de condiciones donde hay personas que la utilizan a menudo, como una estrategia pasiva para lograr sus objetivos
Estás son algunas de las razones (salvo honrosas excepciones) donde gran parte del periodismo ha perdido el rumbo ya que desde hace un tiempo, cualquier hijo de vecino se auto titula «periodista».
Mas causas
Varias. En primer lugar, el espacio que dejan los buenos periodistas, que son ocupados por improvisados que haciendo uso de su derecho a la libertad de expresión van más allá, sin escrúpulos, presentándose como periodistas o comunicadores profesionales.
Otra es la situación de los medios de aventureros que no saben nada sobre la industria de la comunicación y montan digitales, radios y otros formatos y tiran de gente afín que no aportan la calidad correspondiente.
¿En qué momento comenzó esta debacle?
Cuando la suma de estos factores citados y algunos más, perjudicó al profesionalismo de la comunicación, donde cualquier individuo se sintió comunicador y la sociedad se acostumbró a ello, degradando la calidad de los contenidos para un público cada día menos exigente; el conocido y peligroso «es lo que hay».
¿Queda en quienes confiar?
Sí, hay periodistas y comunicadores profesionales que saben claramente qué significa calidad y profesionalismo y lo ejercen desde los distintos medios de comunicación con absoluta responsabilidad y criterio.
¿Cómo podemos confirmar la calidad y veracidad de una noticia?
Chequeando la fuente, seleccionando el medio de comunicación, eligiendo a periodistas y comunicadores profesionales conocidos y buscando sus biografías en las RRSS donde se podrá encontrar su trayectoria y experiencia; lo que se dice «fuentes confiables».
¿Hay que confiar más en los medios o en las RRSS?
El mismo criterio, hay tantos medios como RRSS serios, sólidos y creíbles, como otros tantos canales y usuarios de RRSS piratas y nada confiables, ejercidos por aventureros que desean ser periodistas, aunque en general no tienen las mínimas capacidades para el ejercicio de la profesión, no sólo en lo académico, sino también en su formación personal.
Para finalizar llamo a la reflexión para que NO dejemos que el postureo de quienes ambicionan salir en la foto modifique estas tradicionales adversidades propias del periodismo profesional.
Y a los políticos no sean tan ilusos por dejarse utilizar para que apoyen estas causas reclamando justicia, usando estos hechos para aparecer en la foto.
Agradezco a «Preguntas Necesarias – Respuestas con Fundamento» el poder compartir parte de sus publicaciones para redactar este editorial.
Gustavo Rachid Rucker.