IA repensando la moda
Redacción AC
Si los periodistas cuentan lo que les diga la IA, pues consumiremos lo que los dueños de la IA quieran que consumamos…
Ya he escrito algunas reflexiones sobre la IA y su aplicación en el periodismo y la comunicación profesional.
La que ha dado que pensar, (que ya es mucho), es la legitimidad de la información de la que la IA se nutre, en lo periodístico; contenidos sin confirmación de su veracidad ni de su fuente, por lo que se coloca en el mismo nivel que un pufo, lo que descarta definitivamente su aplicación.
Hasta que esa información acumulada sin control en la Big Data (utilizada para recabar contenidos) sirva para ser utilizada con fundamento en cualquier actividad periodística responsable, muchos defensores de esta moda apelan a la utilización de algoritmos utilizando ese conjunto de reglas definidas que permite solucionar un problema, de una determinada manera, mediante operaciones sistemáticas (no necesariamente ordenadas).
De esta manera volvemos a tener que aplicar el criterio y la experiencia de nuestra IN inteligencia natural, en donde nuestros recuerdos que son parte de nuestra capacidad para construir una trayectoria, hasta la fecha no puede ser reemplazada por máquinas ni programas, quizás el punto más sensible de esta moda.
Una moda que significa un muy buen negocio, pero que atenta contra el saber aplicado y la capacidad intelectual de los individuos si sólo la utilizamos para dar ordenes a una aplicación o PC, que se mueven por la secuencia de tareas que nosotros le indicamos; o sea, algoritmos, inputs e información que se agrega en las tareas que nosotros, los seres humanos con nuestra IN inteligencia natural como dije, le indicamos.
- Las experiencias y recuerdos para la IA son sólo información.
- La IA a día de hoy no puede clasificar si es concepto, recuerdo, definición, etc.
- El chat GPT no posee tampoco esas capacidades de clasificar algo que es sólo información y que sólo la mente humana puede ordenar y definir.
Testimonios
Ratifico como he dicho siempre que la IA sirve para optimizar procedimientos y sistemas de diferentes aplicaciones, pero como leí en un grupo de sabios y expertos del que participo: «La IA aplicada a la conducción autónoma sólo funciona en ambientes controlados, se le puede enseñar muchas cosas, normas de tránsito y protocolos para los que manejan sin respetar nada, pero al no tener recuerdos no tienen experiencias. Acuden a un servidor que les indica que si pasó tal cosa, hagan tal otra. Si no está en el diccionario del software, el auto y conductor terminan causando un accidente».
Por ello, siempre con todo respeto pero hablando claro, hasta el momento considero que la IA en el periodismo y la comunicación profesional significa una moda que minimiza el esfuerzo, moda que crea contenidos sin el contraste y la verificación necesaria que sólo da la experiencia y el conocimiento, y resulta un gran negocio para la oferta educativa, que explota esa necesidad que tienen los jóvenes de estar a la altura de las nuevas tendencias, pero con errores de ortografía cuando les toca redactar una carta, instancia esta que la IA no le solucionará tampoco, porque en la Big Data abundan, ya que son un conjunto de informaciones tan grande y complejas que ninguna de las herramientas tradicionales de datos es capaz de almacenarlas o procesarlas de manera eficiente.