Fiebre del sábado por la noche
Redacción AC
Una subcultura de la década de los ’70 en la vida nocturna urbana
Los ’70, la década más transformadora de la sociedad global que generó cambios culturales definitivos y estimuló talentos inspiradores, donde la magia de la luz y el sonido nos atraparon.
Primeros pasos
La influencia en mi casa de la música que escuchaban y amaban mis padres, siempre fue el aperitivo diario que agudizó el oído y sensibilizó mis sentidos, por ello mi adolescencia sumó al estudio y el Rugby, la oportunidad de trabajar en el apasionante mundo del audio y la luminotecnia.
Katanga y el gordo De Marco
Quizás fue la primera experiencia donde quede fascinado, mí hermano Aníbal me llevo una noche a Katanga una disco en las afueras de Rosario, camino al aeropuerto de Fisherton donde el Disck Jockey era su compañero de colegio, el gordo De Marco, un genio de compaginar música que todavía en mí cabeza recuerdo sus «enganches» memorables dignos de un mago inspirado.
El ambiente era previo a la fiebre del sábado por la noche, pero se avecinaba un cambio de estilo en el mundo, y el gordo se adelantaba.
Mí hermano también era Disck Jockey y yo seguí sus pasos a pesar de mi corta edad, pero ese mundo me fascinó, empezando como «plomo», (que significa el obrero que carga todo el material para ir, armar y realizar eventos). Pero jamás me imaginé que llegaría a ser un DJ de la fiebre del sábado por la noche.
El ingeniero Juan Carlos Benvenutti, Juanqui para todos me otorgó esa oportunidad que acepté gustoso y la que fue una verdadera escuela para crecer en mi amor a la música que construiría en mí un criterio que años después sería mi base de estética musical en la radio, la radio fórmula y el formato de calidad de mis emprendimientos radiales.
Juanqui era un personaje exótico, talentoso, disruptivo, estrafalario y gran profesional en lo que hacía y nos enseñaba dejando a nuestro criterio y creatividad nuestra forma de trabajar, algo que nos permitió crecer y «volar» en ese mundo fascinante donde siempre el día comenzaba, al atardecer rumbo a la intrigante noche.
La lista de lugares y fiestas que realizamos es infinito, pero en lo personal crecí y perfeccione mi estilo; que después de algún tiempo tuvo premio, ya que Juanqui me expresó su predilección por mi trabajo como sonidista y DJ.
Adrenalina pura se sentía que desde el anonimato en que trabajábamos, toda la gente que asistía a los espectáculos disfrutaba mucho de ellos, pero no sabían quienes formábamos ese «equipo desconocido» que había detrás de cada evento.
Carnavales ’70 «Éramos tan jóvenes»
Funes. Tres días y sus noches en un gran festival
Años antes de la dictadura con la De Soto amarilla hicimos varios viajes desde Rosario cargada hasta el techo de equipos de iluminación y audio para asistir durante tres días a los recitales de Carnaval en el Country Club de Funes.
Eran días maravillosos llenos de música y conciertos y con la libido hasta las nubes.
Todavía éramos muy libres y vivíamos en democracia disfrutando de los placeres de la década más revolucionaria del siglo en Argentina.
Por esos tres días maratonianos nos turnábamos para operar el audio y la iluminación del evento y por su escenario pasaron Arco Iris con su Ópera Sudamérica, Horacio Guaraní que no paraba de tomar tinto y un sin fin de grupos y cantantes rockeros de la época.
En el ‘76 el ambiente cambió
En ese Rosario de los ‘70 la Fiebre del sábado por la noche con Travolta y la música disco. Desde la misión del marinero con sus fiestas privadas hasta discotecas fueron el ámbito donde hicimos bailar y disfrutar a miles de jóvenes y no tan jóvenes que festejaban nuestra calidad de música y ambiente que lográbamos.
Las fiestas privadas en el aeropuerto de Fisherton, Galtieri borracho como invitado a las fiestas de las grandes empresas en Rosario y los espectáculos, en particular el Teatro de revista, como eventos complementarios del mundial 78, entre otras actividades, ocupaban nuestros días donde tuvimos la suerte de conocer además a gente famosa y fantástica que protagonizaron dichos eventos.
La lista es interminable; Olmedo, Porcel, Soriano, Pelele, Rey, Barbieri, Dal, Sol, Verdaguer, Pinocho, Carlos Perciavale, Toquinio, Vinicius, Creuza, Joan Báez, Gloria Gaynor, Earth Wind & Fire, Queen, Tom Jones, Manzanero, Charly García, Sui Generis, Domingo Federico, Los Fronterizos, Los Chalchaleros, Los Abalos y todos los grupos folclóricos de Argentina, entre otros.
Todos ellos en los eventos citados y las grandes mega fiestas de carnaval; GER y el Club italiano fueron dos de los muchos sitios en los que hicimos audio e iluminación para miles de personas, con el aditamento especial que ciertos temas musicales estaban prohibidos por la dictadura, cosa que nunca nos condicionó ni nos importó ya que nuestra tarea era netamente profesional y no de protesta, sabíamos muy bien cuáles eran los límites.
Fue una década que resulta todo un privilegio haberla vivido y disfrutado desde un trabajo ideal como fue la música y la iluminación y el estudio y el Rugby dos actividades que nos brindaron academia y filosofía de vida por lo que significaba el Rugby para los que lo practicabamos y competíamos.
El 31 de diciembre de 1978 en la mega fiesta de noche vieja en el Jockey Club en Fisherton fue mí último día de DJ, mi despedida en una noche inolvidable dónde hice bailar a más de 3.000 personas.