Ojalá nos pongamos de acuerdo como humanidad para colaborar y no competir… y estar más con el otro y no contra el otro

Nació cuando yo tenía cuatro años y comencé a leerla cuando ya tenía cinco años.

Su ironía, genialidad y mordacidad a través de su creador Joaquín Salvador Lavado Tejón, más conocido como Quino era para darle vueltas y vueltas y cada tira encerraba varias reflexiones y mensajes propios del análisis de una realidad del mundo que en la década del 60 alimentó e inmortalizó a Mafalda, dándole vigencia hasta estos tiempos y los que vendrán.

Hoy mi apreciado colega periodista profesional José A. Martín hizo referencia en su programa «Ventana a Europa» en Estudio Radio sobre esta genia dónde algunas de sus apreciaciones me impulsaron a publicar con su autorización y esta es su crónica donde encontraréis reflexiones que sanan.

España 9 de diciembre de 2024

Mafalda, la eterna niña de 6 años cuya ingenuidad de doble filo desarmaba toda injusticia y norma social establecida, ha cumplido en su 60 aniversario el sueño que una vez expresó en una de sus viñetas: “aprender idiomas para ser intérprete de la ONU” y “contribuir a que los pueblos se entiendan”. De la mano del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, su ciudad natal, una estatuilla de Mafalda, esculpida por el artista Pablo Irrgang, se encuentra ya en la sede de la ONU y ha sido colocada en la cabina de los intérpretes de español del salón del Consejo de Administración Fiducidiaria, donde en ocasiones se reúne el Consejo Económico y Social.

“No es casual que quisiera ser intérprete en la ONU, porque los valores que Mafalda promulgó siempre fueron los valores de la paz sobre la guerra, la justicia, la educación y, sobre todo, la libertad”, dijo la ministra de Cultura de Buenos Aires, Gabriela Ricardes.

Nada más llegar a la sede de la ONU en Nueva York, Mafalda hizo su primer posado en la icónica escultura de la “No violencia”, la pistola con el cañón anudado obra del artista sueco Carl Fredrik Reuterswärd, donde fue reconocida de inmediato por un grupo de jóvenes japonesas de visita en la Organización.

Mafalda, creada por el humorista argentino Quino, representa una crítica social y política ingeniosa y perspicaz a través de la mirada de una niña curiosa e idealista. Con su aguda inteligencia, Mafalda cuestiona las injusticias, la desigualdad y la hipocresía en el mundo, mientras expresa preocupaciones sobre la paz, los derechos humanos y el futuro de la humanidad. Es, sin duda, un símbolo de conciencia social y del deseo de transformar el mundo, mezclando humor con reflexiones profundas.

Guillermo Lavado, sobrino de Quino, señala que “era un sueño de ella contribuir a la paz mundial, quizá un poco inocentemente pensado que siendo traductora de la ONU podía ordenar un poco las ideas de los distintos líderes y armonizarlas para que hubiera menos conflictos y menos guerras”. Para Lavado, el mensaje que hoy tendría Mafalda seguiría siendo el mismo: “que ojalá nos pongamos de acuerdo como humanidad para colaborar y no competir y estar más con el otro y no contra el otro”.

Tras pasear por el vestíbulo de la ONU, la estatuilla de Mafalda llegó después a la sala donde sesiona el Consejo Económico y Social, donde fue recibida por el grupo de intérpretes en español, entre ellos, una colega argentina que expresó cómo su sueño, el de ella y el de Mafalda, se cumplió y “dejó una luz de esperanza”.

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