Nuestra herencia cultural
Redacción AC
Somos como somos, porque venimos de dónde venimos.
España es una componente genética transmitida por nuestros ancestros, el gran desafío es sentir que no hay fronteras para reconocer su grandeza y esplendor sea donde sea que residimos o donde hayamos nacido.
Desde pequeño me eduqué hablando y sintiendo a la Madre Patria con orgullo y admiración, ya que además me correspondía genéticamente.
La comunicación me ha brindado la lucidez de analizar y reconocer que la herencia cultural de nuestros ancestros nos dotaba de una visión magnífica del mundo hispano, ya que desde siempre he dado testimonio de ello en entrevistas, reportajes, medios de comunicación propios y plataformas profesionales que defienden y fomentan todo lo vinculado al mundo hispanohablante, no solamente en España sino también en Iberoamérica, destinataria de una herencia hispana fantástica.
Esos testimonios y vínculos con España han tenido una gran visibilidad a través de mis actividades profesionales donde puse en valor siempre estos sentimientos no sólo inspirados por mi genética, sino también por mi sólida convicción de que somos como somos, porque venimos de dónde venimos.
Visibilidad, inspiración y motivación
Ajeno a despertar interés por un sentimiento que ha sido siempre puro testimonio y convicción mía, en España hay ciudadanos que buscan y testimonian permanentemente seguir engrandeciendo y sumando a quienes humildemente pensamos y actuamos igual en favor de España y el mundo iberoamericano.
De este modo, con gran sorpresa y agrado aparece en mi vida un gran español, que después de los contactos epistolares y protocolares correspondientes, me comunica esta emocionante carta de motivación y propuesta para iniciarme yo en el proceso de vida y compromiso que es la Caballería:
Estimados todos:
Como persona comprometida que soy con ciertos valores en extinción, dedicando en este momento de mi vida, mi trabajo, mi tiempo y mis éxitos a la estrategia empresarial como destacado Consultor de Marketing y Analista de Negocio, no olvido y me enorgullezco del recuerdo que mantengo hoy como caballero.
Con inmenso orgullo y satisfacción, comparto la alegría de haber acompañado a Gustavo Rachid Rucker en el inicio de su camino como caballero, marcado por la adopción de su escudo de armas.
Para ello, confío el desarrollo de tales armas a Don Fernando Martínez Larrañaga, reconocido heraldista y gran amigo.
Esta propuesta nace de una profunda convicción, la de reconocer y honrar en Gustavo los valores que la caballería ha defendido y celebrado a lo largo de los siglos.
Desde nuestro primer encuentro, he visto en él un reflejo del honor que caracteriza a los verdaderos caballeros; una integridad inquebrantable que guía sus acciones y decisiones.
Su lealtad y compromiso, no solo con sus allegados sino con las causas nobles, son un testimonio de su espíritu generoso y sincero, además, su valor para enfrentar retos y su voluntad para proteger y servir a quienes lo rodean han sido evidentes en cada paso de su trayectoria.
Esta propuesta de iniciar su camino como caballero, simbolizada por la creación de un escudo de armas, no es sino un reconocimiento a esas virtudes que ya vive y personifica.
Este emblema representará su dedicación, su firmeza y su propósito, no solo como un reflejo de su identidad, sino como un recordatorio constante de los principios que guiarán su senda.
Sé que este recorrido será fructífero y lleno de aprendizajes, y estoy convencido de que Gustavo continuará demostrando la compasión, el espíritu de justicia y la fe que lo distinguen.
Es mi más sincero deseo que este inicio inspire a otros a valorar y practicar estos ideales, haciendo de la caballería un legado vivo y relevante en nuestros días.
Con este primer paso, Gustavo no solo se adentra en una tradición histórica, sino que se compromete a ser un guardián de los valores que hacen noble al ser humano.
Francisco Manuel García Campano
Consultor de Marketing y Analista de Negocio.
Hermano Mayor SIG-HIG
Un camino rumbo a la excelencia
Siguiendo meticulosamente las instrucciones que me dieron, en las primeras reuniones conocí y mantuvimos fantásticas charlas con alguien que tampoco jamás pensé que iba a tener el honor de conocer.
Fernando Martínez Larrañaga, Máster en Derecho Nobiliario y Premial, Heráldica y Genealogía; desarrollador Frontend especializado en Angular; diseñador gráfico; y experto en digitalización del patrimonio cultural.
Su trabajo combina una sólida formación académica y una destacada experiencia tecnológica.
Ha sido distinguido con la Cruz de Oficial de la Real Orden de Isabel la Católica, la Cruz Fidélitas, y es Caballero de la Orden de San Gregorio Magno, de la Sacra y Militar Orden Constantiniana de San Jorge, y condecorado con la Cruz al Mérito de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, entre otras.
Es autor de cuatro libros sobre heráldica, contribuyendo de esta forma significativamente al diseño heráldico y a su divulgación académica.
Ha realizado destacados diseños heráldicos que han sido premiados y reconocidos por instituciones especializadas, consolidando su reputación en el ámbito nobiliario. Ha participado en diversas conferencias y simposios internacionales sobre genealogía y heráldica, compartiendo su experiencia y aportaciones al desarrollo contemporáneo de esta disciplina.
El resultado final: excelencia pura
El nutrido intercambio con Fernando y toda la información que le brindé para su obra maestra, una más de tantas que con admiración fui conociendo, terminó con un diseño que me emocionó, ya que reunía «quién era yo y todos mis ascendentes y orígenes».
Mi escudo de armas
Escudo cuartelado, 1º de oro un águila de sable, armada y picada de gules. 2º de sinople un rayo de oro puesto en barra. 3º de azur 5 fajas ondeadas de plata. 4º de plata una cruz patada de gules. Como soporte un águila de sable armada y picada de gules.