Mérito: garantía de un futuro más justo y próspero para todos
Redacción AC
«En tiempos del copia y pega, el mérito resurge y destaca a partir de la inteligencia natural, el esfuerzo y la trayectoria»
Hay muchas acepciones que simbolizan al mérito: la academia, el estudio, el esfuerzo, el trabajo, la empresa destacada, el deporte, la ciencia, la diplomacia, la defensa de los valores, la Fe, donde encontramos significativos y destacados ejemplos y virtudes humanas.
El cambio vertiginoso de la sociedad global manifiesta profundas transformaciones y abre nuevos caminos para transitar en los que frente al simplismo y la decadencia el mérito destaca.
Premiar el mérito y la trayectoria, no solo es justo sino que devuelve la dignidad a los individuos e instituciones, destacando y consolidando a través del reconocimiento los valores que construyen con el tiempo una buena reputación.
Premiar y condecorar el esfuerzo es el estímulo que las sociedades necesitan para superar sus diferencias y enfrentamientos basados en ideologías que han demostrado desde hace décadas que no resultan ni resuelven nada. Es aquí donde las virtudes en todas las acepciones del mérito sirven para rescatar y destacar un renovado tiempo de valores y tradiciones.
Esa suerte de soberanía moral, política e independencia ideológica y económica, es en la que los proyectos, tecnológicos, revolucionarios o constituyentes, se quedan en meros ejercicios teóricos sin viabilidad real, si no destacamos el talento de quienes con esfuerzo y trabajo los lograron, ameritando así su reconocimiento.
Es imprescindible partir del conocimiento profundo de la condición humana y sus incentivos, que no están vinculados a lo artificial, sino al talento natural como factor esencial de la construcción de escenarios que estén al servicio de los seres humanos mismos.
Quien olvida el alma pierde los valores, las tradiciones y condiciona el futuro.
Gustavo Rachid Rucker